Lo que más llama la atención de este pequeño perro de compañía es la frialdad de su carácter, que lo lleva a tener un comportamiento tan particular que incluso se muestra muy despegado de su propietario. Por tanto, se trata de un perro muy reservado, al que le gustan poco el ruido y el desorden, que prefiere vivir al aire libre más que en un piso, y qué soporta perfectamente los climas muy rígidos, bien protegido por su tupido y abundante pelaje que, entre otras cosas, no tiene necesidad de un arreglo especial para la presentación en las exposiciones.